UNA PARADA EN LA CARRETERA
El 26 de junio de 1995, Julio Iglesias lanzaba un nuevo álbum en castellano, titulado "La Carretera", justo un año después del lanzamiento en inglés de "Crazy".
Hablar de La Carretera, es llegar a la mitad de los años 90, y Julio, con casi 52 años de vida, cumplía 27 años de carrera ininterrumpida. Ese año 1995, sería otro año más en su dilatada carrera sumando retos y galardones. Cabe destacar el Premio Excelencia (Premio Lo Nuestro) concedido por la cadena de televisión Iberoamérica, Univisión, por su contribución a enriquecer la música latina.
Para la realización de este disco, que se empezó en España, pero se grabó y se mezcló en los Estudios Criteria de Miami, Julio vuelve a contar con Ramón Arcusa que produciría el último disco integro para Julio hasta la fecha. Como novedad, la colaboración de René Toledo, Humberto Gatica, Donato y Estefano... y la reaparición, como autor de Rafael Ferro, que firma cinco de los diez temas junto al autor argentino Roberto Livi (La Carretera, Cosas de la vida, Baila Morena, El último verano y, Mal de amores).
Para la presentación mundial, Julio eligió la ciudad de Sevilla, donde dio una rueda de prensa en el Hotel Alfonso XIII y por la noche organizo una cena en el Palacete Villa Luisa donde llegaron periodistas de todo el mundo.
El álbum abre con la canción que da título al disco, uno de los mejores temas de Julio en castellano de estos últimos 20 años. Un titulo que sirve para evocar una de las soledades de los cantantes por los largos caminos de asfalto recorriendo kilómetros de uno escenario a otro.
"La Carretera" cuenta la historia de un hombre en busca de la mujer que ama. Conduce de noche, con lluvia y dudando encontrarla. La música mezcla la armónica con el violín y un toque de batería muy suave. La voz del artista se mezcla con la melodía, algunas estrofas canta como susurrando, para pasar a cantar más fuerte en otras, consiguiendo un contraste impactante con el que se aprecia su inigualable calidad interpretativa.
Con "Cosas de la vida", vuelve a demostrar su magistral forma de cantar, es el sentimiento, el amor y la ternura en una canción. Y para bailar, llega "Baila morena", un vallenato sensual donde la letra es atractiva, los coros son esmerados y el ritmo lo dice todo.
Julio se atreve con un tema pasional y frenético, "Derroche" del cantautor dominicano Manuel Jiménez y popularizada por la cantante Ana Belén. "El último verano" en su línea romántica tradicional, en el que el sentimiento se vuelve recuerdo y nostalgia.
Y llegamos al clímax del disco, "Agua dulce, Agua salá" un merengue latino para bailar y cantar, compuesto por el dúo Donato y Estéfano. Un tema en el que Julio demuestra que su vida la vive intensamente y respetando lo ajeno, y nos anima a hacer lo mismo. En "Sin excusas ni rodeos" la letra se vuelve poesía apasionante. Y ríase usted del "Mal de amores" porque cantado por Julio deja de ser un sinsabor.
Pero hay más, Julio en su afán de atreverse con todo en la música, decide hacer un guiño a la música folclórica española con un Medley de Rumbas ("Me pedías un beso", "Entre dos aguas" de Paco de Lucía (instr.), "Una Rosa es una Rosa" y "La luna me engañó" con el dúo Los del Rio, precedido todo de un Intro Arabesco de Arcusa). Y para cerrar el álbum "Vuela alto", tema realista escrito por las hijas del gran compositor Manuel Alejandro, y donde se deja claro lo dura que es la vida, y el mensaje de que para llegar lejos, no hay que conformarse con ser "gaviota en el mar".
El álbum fue lanzado en cuatro ediciones: castellano, francés, italiano y portugués y le convirtió en el primer artista que en un solo día de venta conseguía un Disco de Platino en España. Su gran éxito mundial se vio avalado con varios Discos de Oro y Platino en países tan dispares como Holanda, Francia, Indonesia, México, Taiwán, Tailandia, España, Portugal...
Fue nominado para un Premio Grammy en la categoría de mejor Álbum Pop Latino. Se grabaron tres videoclips, que en el caso de "Baila Morena" contó con la participación de la cantante Thalía. Y varios Remixes de "Agua dulce, agua salá".
La salida del álbum vino seguida de una gran Gira por Europa en dos meses, incluyendo España, y el resto del mundo, y donde se pudo comprobar cómo ya tres generaciones de admiradores conectaban con su música. Pocos son los artistas a nivel mundial que logran evolucionar de la misma manera que Julio.
En definitiva, La Carretera es un disco donde cada canción es una historia y cada historia una realidad, con una mezcla de romanticismo, buena música y baile siendo su perro Hey!, testigo mudo.
"Este álbum está dedicado a mi padre, a mi madre y a Miranda. Y como siempre a mi perro Hey! que sigue siendo el que mejor conoce la mezcla de las canciones".
En La Carretera, Julio deja claro lo difícil que es llegar a la meta, y lo extremadamente complicado que es mantenerse. Pero Julio, como siempre, "Vuela alto".