El 21 de septiembre de 1989, el Estadio Santiago Bernabéu se convirtió en el escenario de uno de los eventos más significativos en la carrera de Julio Iglesias y en la historia del entretenimiento en España. Con una multitud de 70,000 personas reunidas para dar la bienvenida a su querido ídolo, el cantante español regresó a Madrid después de dos años de ausencia en la capital española. Este regreso fue un triunfo rotundo, y el cartel de "no hay billetes" se colgó temprano en la tarde, anunciando que el recinto estaría completamente lleno.

Julio Iglesias, vestido con elegancia en un traje azul oscuro, corbata a juego y camisa blanca, ofreció una rueda de prensa antes del concierto. En sus palabras, se podía sentir la emoción y el aprecio que tenía por su audiencia española. Sabía que estaba en casa, entre su gente, en su amado Bernabéu, y eso le llenaba de alegría.

El concierto comenzó con una seriedad y emotividad palpables, a pesar de la característica sonrisa de Julio. Su conexión con la audiencia era innegable, y cada canción que interpretaba resonaba en el corazón de sus seguidores, que coreaban sus canciones con entusiasmo y luego escuchaban con reverencia cada verso.

La audiencia en el estadio era diversa en términos de entusiasmo y capacidad económica. Desde aquellos que habían pagado entre 1,200 y 3,000 pesetas para asientos en las gradas más alejadas hasta los privilegiados que disfrutaban de un área VIP en el césped, rodeada de agentes de seguridad y alambradas. La presencia de futbolistas, cantantes y prominentes figuras sociales en la zona VIP destacaba la magnitud del evento y la influencia de Julio Iglesias en la cultura y la sociedad española.

Julio Iglesias ya había alcanzado un estatus de celebridad global en ese momento, y su éxito no se limitaba solo a la música. Había sido destacado en la lista de Forbes como uno de los hombres que más dinero ganaban en Estados Unidos, superando a nombres icónicos como Madonna y Frank Sinatra. Sus ingresos se acercaban a los 2,668 millones de pesetas, un testimonio de su impacto y popularidad.

La organización estimaba que la taquilla de ese concierto rozaba los 150 millones de pesetas debido al lleno total del estadio, aunque los impresionantes costos de publicidad y montaje planteaban desafíos para obtener beneficios netos. Pero más allá de las cifras financieras, lo que quedó en la memoria colectiva de aquel día fue la intensidad de la experiencia musical.

La gira española de Julio Iglesias en ese momento involucró una producción masiva. El escenario tenía más de 50 metros cuadrados y un peso de 40 toneladas. La producción de sonido e iluminación fue impresionante, lo que agregó un elemento visual y auditivo espectacular al evento. Un coro de tres chicas y cinco músicos profesionales acompañaron al astro en una noche llena de lujo y emoción. El aroma del éxito y la pasión por la música impregnaron el ambiente, y la audiencia fue testigo de un espectáculo inolvidable.

En resumen, el concierto de Julio Iglesias en el Estadio Santiago Bernabéu el 21 de septiembre de 1989 fue un hito en su carrera y en la historia del entretenimiento en España. Su regreso triunfal a Madrid fue recibido con entusiasmo y emoción por una multitud de 70,000 personas que corearon sus canciones y se sumergieron en la experiencia única de presenciar a uno de los más grandes artistas del mundo en su mejor momento. Este evento no solo demostró la influencia y el carisma de Julio Iglesias, sino que también dejó una marca indeleble en la memoria de todos los que tuvieron la fortuna de estar presentes.

Julio Iglesias Triunfa en el Estadio Santiago Bernabéu